lunes, 30 de abril de 2007

Asimetría


Ella amó sus ojos chinos antes que cualquier otro rasgo de su persona
El no, ella no tenía ojos atribuibles a ninguna nacionalidad.
Ella le dió su tiempo como una ofrenda
El no tenía tiempo
Ella quiso entender hasta sus perfiles más oscuros
El no se enredaba en interpretaciones inútiles
Ella lo soñó infinitas veces
El la creía irreal, a plena luz del día
Ella se fué
El nunca estuvo

sábado, 28 de abril de 2007

Yo,
no estoy hecha de
tejidos, fluídos, células, enzimas, membranas
Yo,
estoy hecha de
palabras



viernes, 27 de abril de 2007

Con ciertas reminiscencias de "La mujer habitada" de Gioconda Belli

Clarita vivía en el cuarto piso de mi edificio, cuando yo vivía en Rosario. Paradójicamente se llamaba Clarita por varias razones: tenía la piel del color del roble, cabello oscuro azabache, ojos marrones. Su aspecto tampoco reflejaba la candidez que su nombre sugería. Vestía con colores estridentes, utilizaba mucho maquillaje, sobre todo en sus ojos que siempre llevaba perfectamente delineados, con una gruesa línea negra bordeando ambos párpados y que se extendía un poco hacia las sienes, dándole un aspecto deliberadamente gatuno. Se bañaba en perfume; cuando uno subía al ascensor, era muy fácil adivinar si Clarita había entrado o salido del edificio. Tenía el aspecto de una verdadera "comehombres". En esa época debía haber tenido unos treinta años.
Un día, al volver yo de la facultad, me encontré a Clarita sentada en el piso del palier, con la cara entre las manos, llorando como una desgraciada. La línea negra de sus ojos se diluía en el cauce de sus lágrimas, tiñendo de negro sus mejillas.
No quise ser indiferente a su dolor, así que me senté junto a ella. Siempre me sentí solidaria con el sufrimiento de las mujeres.
Me contó que había conocido a un hombre, que había intentado por todos los medios posibles e impensados, de enamorarlo, y que no lo había logrado. Ese llanto se debía a que, al fin, ella se había percatado de lo inútil de semejante tarea: no hay plan que valga, si no surge espontáneamente entre dos personas.
_Me exprimió como a una naranja_dijo Clarita_ y después de beberse hasta la última gota, me dijo que no le gustó mi jugo. Ahora estoy seca.
Yo la consolé como pude, no tenía muchos argumentos para aconsejarla ni tampoco quería. Hasta que lloró todo lo que quiso y pude ver su cara limpia de maquillaje. Intuí que, para amar, Clarita era pura, limpia...y clara.
Unos meses después la vi caminando de la mano de un hombre. El la miraba como si de su mano se desprendiese una parte de sí mismo. Ella se dejaba mirar. Desde la vereda de enfrente me saludó y cruzó la calle hacia donde yo estaba.
_Conocí a este tipo hace un mes, Letra! No soy más una naranja seca. Reencarné en raíz de árbol, me nutro de la tierra y doy frutos.
Sonreía. La línea negra de sus ojos nunca había estado tan definida.

miércoles, 25 de abril de 2007

Continuación

Y si lo logro, si accedo a la ruta de tus sueños, me llevaré una brújula, para no perderme, para no vagar extraviada y sin rumbo. Para encontrar el camino de regreso.
Y así tener la posibilidad de volver a entrar en vos.
Pero yo no te permitiré la entrada a mis sueños, aún reconociendo mi egoísmo. No bajaré mis barreras. Me negaré a cualquier intromisión, cuidaré mis territorios más profundos con recelo. Seré intransigente. Lucharé, si se vuelve necesario, aún contra vos, aún contra mí misma.
¿La razón? El miedo. Si entraras en mis sueños ya no habría retorno posible.

viernes, 20 de abril de 2007

Yo soy la sal de tu sudor
estoy en el aliento que suspiras
me meto entre tus poros
irrumpo en tu boca
me deslizo y te abarco
y te saturo de mí.
Y no me detengo
porque quiero llegar, al fin
hasta tus sueños

jueves, 19 de abril de 2007

Recuerdo del futuro


El lunes ayudaba a secarse a mi hija, la menor, luego de su baño. Ella y su hermana me hacían preguntas y yo les respondía anteponiendo o finalizando con un "mi amor" o un "mi vida". Entonces, la pequeña, con la grandeza y la sabiduría de sus cuatro años me pregunta: "Mami ¿por qué hay muchas maneras de amar?".
Yo estaba de cuclillas, a la altura de sus ojos enormes y redondos, que esperaban mi respuesta. Y como en un fogonazo de futuro la presentí sentada frente a una computadora, en su propio blog, lanzando preguntas al cyber espacio, preguntándose a sí misma y al mundo, ensayando respuestas.

domingo, 15 de abril de 2007

Recuerdo 1

Cuando tenía más o menos diez años, practicaba natación en un club, durante las vacaciones, por las mañanas.
Si bien era verano, las mañanas eran frescas y me costaba entrar al agua, pero al cabo de un rato, ya no tenía frío.
Cerca del mediodía, mi papá venía a buscarme al club para llevarme de vuelta a casa. Yo me sacaba el traje de baño, me vestía y rápidamente subía al coche. Era un Ford Farlaine, azul claro, con techo vinílico. Mi cuerpo pequeño entraba justo en el asiento del acompañante, por eso, todo el sol que entraba por las ventanillas del auto, me bañaba por completo.
Yo tenía ese cansancio agradable que nos queda después de hacer deporte, la piel, que había quedado fría por el agua, poco a poco iba entibiándose al contacto con la ropa seca.
Pero hay una sensación que no voy a olvidar jamás: el calor del sol sobre mi, que me iba envolviendo lentamente como un abrazo que me arrullaba, me arropaba y me acurrucaba. Atesoraba ese abrazo durante todo lo que duraba el viaje del club a mi casa. Y luego, al llegar, no quería bajarme del coche.
No se por qué me acordé hoy de eso. No se si fue la ducha caliente que me dí esta noche o los primeros fríos que comienzan por el otoño o quién sabe qué. Lo cierto es que conservo el recuerdo del calor del sol en una esquina de mi mente y es una sensación que no se ha borrado con el tiempo.

jueves, 12 de abril de 2007

Monólogo para Alicia

Vení Alicia, apoyate en mi hombro y llorá.
Si, ya se lo que sentís, que es un energúmeno, que te deja así, hecha una idiota. Ya lo se. ¿Que cómo lo se? Porque yo también sufrí alguna vez el desamor, Alicia. Hace mil años, siglos, pero una tiene memoria, memoria emotiva le dicen los actores, y cuando veo a alguien llorar, como vos ahora, se me reeditan los recuerdos.
Al menos Alicia, le dijiste todo lo que se te atragantaba día y noche en las cuerdas vocales. Esas palabras que, al final, se te subían a los ojos y se transformaban en agua salada, palabras de dolor de los ojos.
Ya sería hora que dejaras de llorar, ¿no? ¿Cuántas lágrimas de quedan, Alicia?. Empezá a sanar nena, que se te seca el alma con tanta sal derramada.
Que no vale la pena, bien se dice, no más penas. Es una pena, si, que no lo hayas insultado, o una buena bofetada, a ver si se aviva, a ver si sufre por algo, alguna vez en su vida. Si, ya se, no podías ni putearlo ni pegarle, vos una lady, Alicia, pero entre nosotras: ¿no te hubiera gustado?
¿Qué decis? Claro que sé todo lo que te dijo, todo ese tiempo. Vos me lo contaste. ¡Pero Alicia!, hasta hace poco vivías desvelada por lo que no decía y callaba, y ahora, sufriendo por lo que decía! Palabras...¿Qué son las palabras? Si, para vos y para mi, y para muchos, las palabras son hasta nosotros mismos. Por eso te quedaste desvastada.
Ya va a pasar, como decía mi abuela, esto también va a pasar, vas a ver.
Vení Alicia, llorá tranquila.

lunes, 9 de abril de 2007

Poesía doméstica

Por qué oscuro capricho del destino
por qué broma perversa de la suerte
por cuál conjuro cruel e insospechado
por cuál designio de algún poder siniestro

Si yo lo intento
y me organizo, y me programo
y hago hasta más de lo posible
apuro prisas

Pero si lo divino y terrenal
se confabulan
y aún cuando esto lo haya escrito un lunes
sigo preguntándome por qué
siempre termino planchando los domingos!

domingo, 8 de abril de 2007

1=1



Me tomé el atrevimiento porque en los comentarios no sabía cómo añadir la imagen. Estas son mis converse. Me las compré de ese color para que me fueran con cualquier prenda, de cualquier color. Poco personal quizás, pero es que son mis converse número uno, cuando tenga varias me daré el gusto de elegir qué color ponerme cada día.
Tanto psicoanálisis me enseñó a ver más allá: querés decirme por qué ataste los cordones de las converse azules a las rojas??? De esa forma, lo único que logras es tropezar!!! Una no puede ir por la vida con los cordones de las zapatillas atados a cordones de zapatillas ajenas, porque es imposible coordinar con tanta precisión los pasos. Imposible y poco sano. Cada cual a su paso.
Mi sugerencia, como en la foto, es que si los cordones están sin atar, si tropezás es por tu propia responsabilidad, por tus propios errores.
Además es un gesto de amistad, mostrarte mis converse, que intuyo cómo te definen las tuyas. No quedan muchos gestos a los que recurrir, estando a un océano de distancia. Aunque no haga ni un mes que te conozca, aunque no te vi en mi vida, aunque esto es re loco, me tomo el atrevimiento.

sábado, 7 de abril de 2007

No es literal

Es raro. En esos momentos en que más nos aferramos a la vida, nos vienen ganas de desaparecer aunque sea un instante

Voy a volverme lejana. Me transformaré en un espectro, más irreal aún de lo que fuí.
Nunca más seré palpable y concreta. Me volatilizaré y mis partículas se esparcirán muy lejos una de la otra.
Habitaré ningún sitio, transcurriré ningún tiempo. Seré etérea, incierta.
Desapareceré. Dudarán hasta de mi recuerdo.
Me volveré nada.

ricardo montaner- ...

miércoles, 4 de abril de 2007

Perdón por el atrevimiento

No me sale la poesía
se me hace difícil
compactar sentimientos,
encadenar palabras,
dotarlas de cadencia,
sangre y sal
como me dijeron tiempo atrás.
Prefiero lo dulce,
la prosa desplegada,
desprolija y torpe
también ensangrentada.
Exponer entrañas,
vaciar los interiores,
morir en cada letra
y volver a concebirme.

martes, 3 de abril de 2007


Estaba llenando una planilla que enviaron de la escuela de mis hijas. Preguntaban datos como número de habitaciones de la casa, cantidad de libros en el hogar, ocupación de los padres y más de otras boludeces que supongo, les servirán como "estadísticas" para conocer el perfil socio-económico de los alumnos.
Hasta que llego al punto nº 25 donde había que marcar con una cruz:

Jefe de familia: O Padre O Madre O Otro

En mis venas, la sangre de generaciones feministas bramaba queriendo destrozar la planilla y asesinar al creador de semejante despropósito.
¿Qué quiere decir jefe de familia?_ grité, retóricamente, ya que conozco la acepción de los términos. Es que aún no puedo creer que en la Argentina del siglo XXl, en una sociedad como la que vivo, se siga sosteniendo la categoría "jefe de familia".
¿Se refiere a quien suministra los recursos económicos, más específicamente el dinero, al hogar? Porque, hasta donde mi mente alcanza a discernir, se le llama "jefe" a quien toma las decisiones en una empresa, institución, etc.
Y si escarbamos un poco más, ¿qué relación tendría para la persona que diseñó la planilla, y que decidió utilizar estos términos; que relación, decía, tienen el aporte del dinero con la toma de decisiones, en el seno de un hogar?
Obviamente, marqué las dos casillas de padre y madre...y corrí al baño.

domingo, 1 de abril de 2007

A bailar!

Esta canción se me antoja como un sueter para cuando hace frío: está tejido con palabras simples, que rozan lo cursi, pero simplemente maravillosas; y con notas de colores latinos. Palabras que mucha mujer soñaría que le escribiesen...yo también!
Tomo prestado el sueter y salgo a bailar

Fonseca - Te mando...