Así me llamaron hace un tiempo. Si eso es cierto, lo es en la medida en que soy lenguajedependiente, o de estar hecha de palabras, casi como todo el mundo.
Comencé este blog con la necesidad de crear un espacio donde alojar mis letras. Si soy sincera, también buscaba respuestas. Anduve de blog en blog intentando encontrarlas, lo que hallé fue gente maravillosa que sólo decía. Entonces me dí cuenta que ya tenía las respuestas, que sólo debía transformarlas; que dejasen de ser susurros y se convirtieran en seres sonoros y alados. Entonces, no pude dejar de escribir. No logré responderme todo, pero sé lo que ignoro, y esa es otra forma de conocer.
Aquí soy yo, en estado puro. Ustedes son los otros que me reflejan, y en el intercambio de purezas, surgen las más bellas contaminaciones:
Mari es arte hecho mujer, tan ecléctica y armoniosa como solo ella sabe ser. Mandarina azul tiene el humor, la sensibilidad y el ingenio en la proporción exacta. Para ella, el lenguaje es lúdico por excelencia. Laonza me muestra pinceladas de su infancia y me siento viajar en el tiempo. Glauka es profunda como el mar en el que habita, me sumerjo en esas aguas y me purifico. Heriberto es latinoamérica en palabras: la ironía, la transgresión y el calor del trópico.
Ileana tiene la llave de la puerta que abre la habitación de la poesía, y siempre que quiero, la abre. Juan es la versión masculina de esa poesía, él le escribe a la vida como quien halaga a una mujer. También Matta hace poemas con la intensidad con que siente.
Margot muerde su lengua y una bandada de palabras anudadas, como una cadena, me envuelven, pero no me aprietan. La sintonía con Maléfica es casi simultánea. Tan carnal y de entrañas afuera que es imposible no identificarse. He aprendido de su fuerza. Aún cuando no haya tenido ella la intención explícita de enseñarme, lo ha hecho. Gilda es un arcángel que cuando mira, te muestra. Sus palabras son revelaciones de una realidad que veía y no veía.
Aloma me dibuja de cine las horas. Athos es la enciclopedia musical de la que siempre aprendo. Benjamín me muestra un país donde una vez estuve, con él hablo en fonética en otro idioma. Los Casos Casi Clínicos me seducen con sus historias, de principio a fin. Con Coblenza, que aún está, hemos intercambiado pantallazos de vida desde una óptica muy femenina. Churra es un torbellino de sensaciones: sacudidas de letras, caricias con palabras, lágrimas con imágenes. Radiografía del alma.
Cuando quiero reírme busco a un náufrago y su palangana, tengo asegurada la carcajada. Con Paredes Leví aprendí que un buen tujes no sólo se consigue con el stepper, y que es mejor sostenerlo con una buena cabeza. Admiro su capacidad de inventar historias y crear personajes.
Bertini es un groso, tan humilde como un Cacho de Pan, lo leo y me lleno de ese mundo de periodista, escritor, poeta, ilustrador que despliega. India y su club, al que me une un sentimiento de pertenencia como se tiene en aquellos lugares donde uno pasa momentos inolvidables con amigos entrañables. Su anfitriona es la mejor impresentable, la reina de las teorías de la vida. Luzbel, mi bloggermano, un diablo para tener la mesita de luz, un hombre con un alma gigante y bella, extraño su infierno. Hace poco descubrí al Lenguaraz, y quedé atrapada en su capa.
La lluvia trae a Javier. Todavía dudo de no conocerlo de antes. El dá vueltas mis palabras y termina diciendo algo que ni yo sabía de mí misma, y siempre atina. Otro artista de la profundidad es Itoitz, emoción segura, estación para quedarse a descansar durante el viaje. Botas de agua es una artesana de las palabras. Sus figuras bailan, aún después de secas. Si sus botas son así, lo que serán sus pies.
Sólo Martínez y su acento tienen esa desfachatez de ir por el mundo sin necesidad de comentarios. Sus verdardes son tan ciertas que no hace falta que nadie agregue nada.
En el territorio de Cervantes ya sé que voy a vibrar hasta lo más íntimo.
Las cositas wenas de Nathalie me muestran lo bueno de todo, los sueños de Deftonia, la sensualidad femenina de Mucha y su despertar.
Batsi y su mundo puertas adentro, tan acogedor y cercano como ella. "Batsichica", heroína del día a día.
Pirzen es la música y la letra, del otro lado de los Andes, cantaré un día con los Granujas, es una promesa. Nancicomansi perfecta combinación de imagen, color y lenguaje.
El nombre me nombra a mí misma tantas veces. Cercanía de letras y sentir, tan parecidas en algunas cosas, hay un lazo entre nosotras y un encuentro personal pendiente.
Gwynette y sus ráfagas frescas que me despeinan; el mundo a través de la farmacia de Mae; Hilda la viuda, breve y contundente. Umma y sus historias tan originales y bellas, de acá nomás.
Los que fueron llegando y empiezo a conocer, a internarme en sus mundos y sentirme a gusto: Mavi algo cómplice, desde el otro lado del Atlántico, Fiorella que viene de tanto en tanto, el irreverente Oscar, tipo jodido.
Quizás no esté nombrando a todos, algunos pasaron y se fueron, otros solo espían un rato y ni siquiera sé que están (hasta me lee toda la familia). Todos dejan algo, de cada uno me guardo un instante. Este es un sitio como cualquier otro, aquí se puede conocer gente de todo tipo: sensibles, solitarios, prepotentes, cómplices, confianzudos, amigables, inseguros, eclécticos, abiertos, en fin, mil variantes, como la vida, aunque no sabemos nuestros nombres ni nuestros rostros, pero nos vemos las letras.