domingo, 15 de abril de 2007

Recuerdo 1

Cuando tenía más o menos diez años, practicaba natación en un club, durante las vacaciones, por las mañanas.
Si bien era verano, las mañanas eran frescas y me costaba entrar al agua, pero al cabo de un rato, ya no tenía frío.
Cerca del mediodía, mi papá venía a buscarme al club para llevarme de vuelta a casa. Yo me sacaba el traje de baño, me vestía y rápidamente subía al coche. Era un Ford Farlaine, azul claro, con techo vinílico. Mi cuerpo pequeño entraba justo en el asiento del acompañante, por eso, todo el sol que entraba por las ventanillas del auto, me bañaba por completo.
Yo tenía ese cansancio agradable que nos queda después de hacer deporte, la piel, que había quedado fría por el agua, poco a poco iba entibiándose al contacto con la ropa seca.
Pero hay una sensación que no voy a olvidar jamás: el calor del sol sobre mi, que me iba envolviendo lentamente como un abrazo que me arrullaba, me arropaba y me acurrucaba. Atesoraba ese abrazo durante todo lo que duraba el viaje del club a mi casa. Y luego, al llegar, no quería bajarme del coche.
No se por qué me acordé hoy de eso. No se si fue la ducha caliente que me dí esta noche o los primeros fríos que comienzan por el otoño o quién sabe qué. Lo cierto es que conservo el recuerdo del calor del sol en una esquina de mi mente y es una sensación que no se ha borrado con el tiempo.

32 comentarios:

Lúzbel Guerrero dijo...

¡PLIÑ!

Lúzbel Guerrero dijo...

Buenos días corazón de melón, tengo un secreto para Ud.: Ese sol de antaño, que abrazaba su cuerpecito moreno, todavía anda dando vueltas por ahí; algunas predicciones impunes (porque ninguno de nosotros podrá comprobarlo), dicen que lo hará en los próximos 5000 millones de años. Ahora ya lo sabe, es cuestión de subirse a un coche, o un tejado (por la terraza de mi reino, también pasa, y sé que es un comentario interesado, pero yo le aviso nomás) y recuperar, que no tan sólo rememorar, aquella sensación, La INDIA, MALÉ, COBLI, y un montón de tíos que no se acercan porque me ven a mí, tenemos abrazos calentitos para nuestra JUNE. Véngase pacà prenda, que Ud. no tiene tiempo (60 añitos) para que nuestro puto país empiece a mostrar signos de recuperación. La esperamos para que lo compruebe personalmente.
¿Qué mierda quiere, que vayamos todos pallá?
Ud. está de la cabeza mi amor,¡ que nó, que no vamos!, y menos yo, que ahora soy feliz y libre aquí.esos morenita.

Deftonia dijo...

A veces recordamos mejor las sensaciones que las imágenes. Recordamos olores, tactos, sonidos... Y los recuerdos vienen a nosotros sin llamarlos.
Me encanta que me vengan recuerdos así, de cuando era pequeña...
Besotes!!

Anónimo dijo...

qué lindo niña, me ha traido recuerdos, de regresar de lapsicina con las mejillas ardiendo por el sol....

ALOMA69 dijo...

Buscamos el Sol como los gatos y las plantas.
Claro, para ti son los primeros fríos de la temporada y para mi los últimos.

Saludos!!!

gemmacan dijo...

Por suerte nuestra memoria es muy selectiva, y es capaz de borrar golpes tremendos, palos y puñaladas, pero aquello que nos reconfortaba, que nos daba seguridad, que nos envolvía en una sensación de bienestar, eso no se diluye jamás.
He podido sentir los rayos de sol de tu infancia y hasta el olor a piscina de tus cabellos.
Me gusta la gente sensible, me gusta la gente tierna.
Besos.

Lúzbel Guerrero dijo...

Entonces ,¿yo le gusto India?,....¡yuuuuupiiii!, menos mal Farrow, es que acabo de arrancarme un cacho de corazón.
June, morena, perdone la intromisión, que después la ponen a parir los putos griegos.
Besos para entibiar el Otoño bonaerense.

Letra dijo...

LUZBI: en cuanto pueda viajar, me voy, pero hoy por hoy no tengo nada concreto. Puede ser que me cuele con mi marido, si este año le toca ir a Francia por trabajo. Ah! no sabía que tenía marido? si, un día se lo presento.
Uds para acá? Estaría muy bueno, hay lugar en casa para todos!
Cuando dice "nuestro país", se refiere al mío?
Cuando dice 60 años, a qué se refiere?

DEFTONIA: yo, en general, recuerdo màs las imágenes, por eso, los pocos recuerdos de los otros, son pocos pero persistentes. Besos

MARI: el sol y el agua son una fuente de recuerdos, besos

ALOMA: a mi no me gusta el verano, asi que ahora disfruto del otoño! Besos

INDIA NING: si, sensible y tierna, más de uno se aprovechó de esto y terminé hecha polvo. Y vos no me conocés personalmente, encima transparente, me mirás y sabés todo lo que me pasa. Pero lo estoy cambiando...Besos

LUZBEL: mi blog es su blog, entrométase todo lo que quiera, yo lo autorizo. Déjelos que digan lo que quieran...

Nathalie dijo...

es bonito que lo recuerdes de esos días sea una sensación tan agradable...sentir el calorcito en la cara es una gozada, y más despues de darse un bañito.Eso me ha recordado que por aquí ya empieza a hacer bueno!! :D

un beso

Lúzbel Guerrero dijo...

¡PLIÑ! Sí corazón,me refiero al suyo, que un día fue mío también, y lo de los 60 años,es el tiempo que tendrá que transcurrir para que aquello deje de ser la vergüenza que es.
Y otro cacho de corazón que me arranco; no, si al final del día voy a tener que apañarme con el corazón de Pulgarcito.
Venga coleguita, que Ud. cuela como turista, nosotros la ocultamos y Ud. con esa gracia e inteligencia que tiene se lo curra de puta madre y se queda aquí, que está vacante el Ministerio de la Sensibilidad del próximo gobierno del P.I.R.(Partido de los Impresentables Redomados

Deunan dijo...

Precioso recuerdo, al final son los que mas grabados se nos quedan, cuando el sol abrazaba nuestra inocencia de niños. Me alegro que conserves ese bonito recuerdas y puedas sentirlo de la misma forma que lo describes.

Besosss

Letra dijo...

NATHALIE: Gracias por el beso, espero que disfrutes de tu sol, luego de tu viaje. Otro beso


LUZBEL: hace 60 años decían lo mismo, y mírenos. Igual, yo no me voy a vivir a ningún lado que no sea éste, no por fanática, sino porque aquí está mi gente. Pero le aseguro que si tengo la posiblidad de pisar Europa, lo visito, eh? Es una promesa y una amenaza.
Y estuve pensando, me podrían nombrar embajadora argentina del P.I.R!!!

DEUNAN: qué bueno que se haya podido sentir tal como quise transmitirlo, gracias por compartirlo conmigo. Besos

Alphonse Zheimer dijo...

Oiga June, gracias por el regalo inesperado(también por el enlace), me refiero a que visitándola me encontré al rey de Micenas, fuí hasta sus dominios y flipé en colores (fuí de incógnito)

Cromatica dijo...

Tu relato me da nostalgia, yo aun hace 3 años nadaba a diario, con el sol que me seguia en cada vuelta de piscina, que sensacion!

Ahora extraño, y a veces que voy a darme las vueltitas no es lo mismo en este lugar en piscina cubierta, no hay sol de testigo!

Abrazos, tu relato muy fresco.

Gerardo Omaña Márquez dijo...

15 abril 2007
RECUERDOS DE MI INFANCIA
En el aire se conjuga el color y olor de la mañana, y un jardín nos deleita bajo la sombra de las nubes.
Allí despierta la casa en el frescor del día, con ajetreos y cantos, y también con mil quietudes.

Era un despertar de alegre campo con la brisa tornando en las ventanas, con el agua corriendo entre las piedras en el torrente suave de quebradas.

Con los pájaros saltando de sus nidos y los peones marchando a sus quehaceres, con la luz de aquel sol desprevenido sobre la espalda y manos de hombres y deberes.


Recuerdo el patio de mi infancia con jazmines, muy cerca del camino donde mi abuelo llegaba con su caballo y enjalme, con sudor de los trajines.

A mi madre caminando en la sombra y corredores, con mi fresca inocencia de las noches y sus terribles momentos sin amores.

Era una casa de aleros, de empedrados, de ladrillos, de oscuridad y de miedos. Con canto y grillos siniestros, con estrellas y luceros.

Era de paz, de angustia, de tormentos; y de silencios que tibios se transformaron en miedos.

Una casa solariega en un cruzar de caminos, donde había huertas y frutos, muchos frutos de lechosas, naranjos y mandarinos.
Un potreo y muchas vacas, caminos de vecindad, caminos de gente alegre que bajan para comprar.
Los domingos era fiesta. Toda la gente bajaba,
y se llenaba el camino y se llenaba el corral, y se llenaba de cestas los corredores y el patio, y los perfumes molestos se esparcían por el lugar.

Todos marchaban a misa, y en la casa, soledad.
Y un silencio con la espera se mitigaba en la brisa, cuando de pronto un murmullo a la hora y en la mesa se aprestaban a almorzar.

Luego partían con aperos, con canastas y sombreros,
serpenteaban el camino que bordeaba la quebrada con sus sobrillas de trapo, con caballos y talegos. Con su adiós de vuelvo pronto, con su adiós de un hasta luego.

Recuerdo siempre las noches cuando los grillos cantaban entretejiendo un quejido que prolongaba el silencio, un silencio que arañaba, que entrecortaba el suspiro y el pensamiento cortaba


A la mañana siguiente el aire se juntaba con el sol y con las sombras, con ajetreos y quietudes, con el agua corriendo entre las piedras, con los pájaros saltando de sus nidos, con los hombres marchando a sus quehaceres bajo la luz de aquel sol desprevenido.

Recibe un beso en tu alma

Paula dijo...

Lo cierto es que el sol envolviendo es una de las sensaciones más agradables en la piel, esa caricia completa...

Una nostalgia bien definida

Un abrazo

Coblenza dijo...

Esas sensaciones son entrañables. Tengan el procedimiento que tengan en el tiempo.
Se cuentan las horas del día de otra forma.
Me gustó.
Gracias por pasarte por mi blog. Y con tu declaración tan firme.
Besos.

Anónimo dijo...

Bonito recuerdo; es un pedazo de tu vida.Muchos dicen que el tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos...
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Fascinante leerte. Y la sensación: el leve picor del sol en las mejillas, el amodorramiento en el asiento trasero, la piel erizada. La memoria se forja siempre de recuerdos mínimos e intrascendentes que son como faros que indican el camino hacia nuestro pasado. Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Recordar es volver a vivir; recordar de la mano de alguien es compartir esos momentos que de algún modo marcaron instante de nuestras vidas que quedaron…ah:

latentes/latiendo

para volver a “ser presente” cuando nuestro presente se queda solo en blanco o negro o “corto de sal” y “largo de ausencia” , cuando la tarde se resiste a soltar la cal de las paredes y los ojos se olvidan de parpadear hasta que la voz de un alguien-quien-sea nos trae de vuelta a este hoy tantas veces cítrico.

Gracias por recordar “tu con nos”

Letra dijo...

ALPHONSE: de nada

CROMATICA: el sol es un excelente testigo.

GERARDO: mi alma recibió tu beso

PAULA: y a pesar de la nostalgia, es un recuerdo muy muy grato. Besos

COBLENZA: y gracias por venir vos al mío, también con tus declaraciones tan cálidas. Beso

ITOITZ: entonces entre este recuerdo y el hoy hay un gran gran espacio, también considerando al tiempo.

L: Gracias, prometo que apenas pueda paso a visitarte.

JAVIER: el que me conoce como si me conociera...gracias por estar cerca.

Margot dijo...

Un recuerdo con calorcito.... el que pones en las palabras.

Un beso al sol!

MALEFICABOVARI dijo...

Me ha recordado a mi... sabes??? Me subo a la terraza, en pleno invierno, nubes negras, sol esperanzador por alguna parte... y de repente, cuando estoy muerta del frío, aparece el sol de invierno, aquel que da el calor justo para sentirse bien, pero que no aprisiona con los cuarenta grados que se gasta en el verano... Me encanta el sol.... supongo que ese recuerdo te vino porque a veces el cerebro, por alguna extraña razón, trae piezas a la memoria que quieren decirnos algo, y no nos enteramos, a mi, cuando me viene algún recuerdo así, de los de hace mucho, de los intensos, siempre me preguntó que será de la persona que lo vivió conmigo, no se, supongo que cada uno lo interpreta de una manera distinta...
Pareció el fotograma de una película divina y perfecta sobre la vida de los teenagers... tb me sonó a Douglas Cowland y su generación X, libro dónde todos disfrutaban al sol, en coches bonitos, y la vida era sólo eso. Bueno, gemela, me voy,que aquí estoy a gusto y no paro de rajar....
bsazos¡¡¡
Male

Mandarina azul dijo...

Como veo que te gusta sentirte arropada, te envío un abrazo, que no es de sol, pero sí cálido y afectuoso. Me ha encantado leer tu recuerdo.

:)

laonza dijo...

Letrita y que no te se borren jamás esas sensaciones, dicen que nos es bueno vivir del pasado, en el pasado, yo creo que mientras mas presente lo tengamos mas vivimos, mas nos saneamos... en fin
a mi me dio clases de natación un campeón de natación olimpico de mi pais, que se retiro por que sufrio una lesion y estaba buenisimo, me enamore de él perdidamente y con mis 8 años ya planeaba como me ahogaria para que el me salvara, nunca lo hice... jejeje
un beso

Arcángel Mirón dijo...

Es bárbaro ver cómo un detalle puede llevarte a años atrás...

Unknown dijo...

Los gratos recuerdos no se olvidan.
Yo todos los dias voy a nadar x las mañanas, y por eso me senti identificado con tu recuerdo, siento algo parecido...

Saludos de
C. Pacheco

Patus dijo...

Cuando el cuerpo recuerda es muy grato...el recuerdo es exacto, sin distorsiones...
Un beso

Lúzbel Guerrero dijo...

June, colega, este post ya canta un poco, mueva el culo y denos la dosis.
¡SWOOOOSHHH!

Lúzbel Guerrero dijo...

¡PLIÑ!

Letra dijo...

MARGOT: gracias por el sol! Besos

MALE: tanto jodí con el calor del sol, que está haciendo 34 grados y el otoño, se suponía que ya había empezado! Querías calor??? Ahí tenés!!!

MANDARINA: me encantan los abrazos. El tuyo me gustó también, gracias!!!

LAONZA: Si, hay que usar el pasado a favor nuestro, sin quedarnos en el lamento de lo que no fue (si, tan fácil no?)
Gracias por pasar, besos miles

ARCANGEL: Es maravilloso cómo guardamos esos detalles, como un tesoro muy valioso.

Carlos: cuánta gente que nada!! Me estoy contagiando, creo que me voy a anotar y empiezo a nadar de nuevo.
Beso

PATUS: espero que me duren mucho tiempo mis recuerdos sin distorsiones. Gracias por notarlo. Beso

LUZBEL: no me tenga cagando que con presiones no puedo escribir, para eso está el laburo.

botas de agua dijo...

He olido el cloro de esa piscina y he notado el sol en el coche desde aquí... pero lo mejor de todo fue imaginar a Letra pequeñita, que de repente olvidamos que todos fuimos niños alguna vez (sí, lo juro, ya sé que cuesta, pero juro que lo fuimos).